Para saber...
Es una de las principales composiciones del catalán Xavier Montsalvatge en su etapa de juventud. Concebida como una ‘ópera de magia y misterio’, Montsalvatge diseñó una partitura en cinco cuadros y para cinco voces (mezzosoprano, soprano, tenor, barítono y bajo). Se estrenó en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona el 10 de enero de 1948.
A pesar de que se trata de un cuento infantil, y de que las representaciones escénicas, plenas de colorido y sentido del humor, son muy apropiadas para el público infantil, Montsalvatge aportó al cuento todo el saber musical con que contaba entonces. Así, la partitura, que no abandona la ortodoxia de la tradición del género operístico, resulta ser un compendio de refinamiento, armonía y belleza, en el que abundan las pinceladas irónicas.
El cuento que nos ocupa ha sido musicalizado dos veces para una ópera: la primera por el compositor ruso César Cui y la segunda por nuestro Xavier Montsalvatge.
Lo que vamos a ver
Pulsa sobre
esta imagen
para descubrir
la opera
que vas a ver